Quan dius als teus amics o familiars que te’n vas al Marroc, les seves cares adopten automàticament una expressió de preocupació: – compte amb això! – És un país complicat! – i els yihadistes!

Pot ser que el Marroc tingui quelcom en algunes zones que pugui despertar preocupació, però no és el cas del meu viatge.
Si hagués de descriure amb dues paraules el nostre tour per Marroc seria: Màgic i impecable.
Màgic pels carrerons que s’endinsen per les medines, per la seva gent, per la seva cultura, arquitectura i artesania. Impecable per l’organització i plantejament del viatge.
Mai no havia tingut l’experiència de viatjar en un viatge organitzat amb amics, i és cert que vam fer molts quilòmetres amunt i avall (que mereixien la pena), però les nostres ments tan sols s’havien de preocupar d’una cosa: disfrutar. La resta, ja estava tot fet. I sort! per què realment no hagués pogut viure la meravella que vaig viure si no hagués topat per casualitat amb 1001 tours morocco, moltes gràcies Àngels, moltes gràcies Houssine, de tot cor, per aquest regal d’experiència que ens heu permés viure i saber transformar amb tanta elegància un simple viatge en tota una aventura.

Sara Cusidó

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Per nosaltres Marroc va ser un viatge ple d’emocions, olors, paisatges, acolliment, sabors… Cap dels tres sabia molt bé què ens trobaríem, però l’entusiasme de l’Àngels ens va convéncer des del principi i ens vam posar en les seves mans. És un altre món on segur que hi tornarem.
Unes paraules especials pel Houssin, què bé ens vam trobar al llarg de cents de kilòmetres, què educadíssim i discret. Molt bona gent. Tot un encert.
Moltes gràcies,

Cristina Rovira

Una de las ventajas de viajar a un nuevo lugar sin conocer mucho de ese lugar, es que no pierdes la capacidad de sorprenderte. De sorprenderte como el agobiante calor de verano, que puede ser aliviado con un vaso de jugo de naranja comprado en la plaza principal de Marrakeck, o bien, enamorarte de un tono de azul único. De sumergirte en una moderna torre de babel, en donde el idioma es lo de menos, ya que siempre existe un papel, una calculadora o incluso sólo las manos para comunicarte. De probar y disfrutar de nuevos aromas y sabores. De descubrir que sin importar la nacionalidad, edad, o creencias siempre hay gente dispuesta hacerte sentir en casa, aunque estés muy lejos de ella. De encontrar escondidos en las mismas montañas, pequeños pueblos y grandes castillos.

Qué esperar de un viaje a Marruecos? Miles de sorpresas, que llenan cada uno de los sentidos.
Gracias Angels, Houssine y Mohamed por hacer de este viaje una gran experiencia.

Gabriela Marquez. Mexico DF.

En la playa de Sidi Kaouki, en la costa, cerca de Essaouira, el anochecer es un regalo. Estuve allí cuando el día bosteza y la noche asoma. Y el cambio de turno fue como un baile lento. Él día empezó a recoger, cansado; ella, la noche, recién arreglada, se anunciaba dispuesta a mostrar todo su esplendor. Uno se iba, otra llegaba. Despacio. La noche, coqueta, inició su filtreo con el cielo. Fue ganándole espacio y colocando sin prisa las estrellas, lentejuelas brillantes de su cálido manto. Y el cielo se dejó cubrir, asombrado, ingenuo, como si fuera la primera vez. Noche de bodas repetida una y mil veces desde el origen del tiempo. Estallido de luz, simbiosis perfecta. Estuve allí cuando la noche enamoró al cielo, una vez más.

Marga

El viaje siempre soñado, con emocionantes sorpresas. Dejándonos sorprender por Àngels.

Marruecos, un país de contrastes, olores, amabilidad. Llegamos a Marraquesh y era ambiente, ruido, gente… un guía nos llevó a nuestro Riad, en una calle con poca luz, una puerta pequeña, entramos y todo era silencio, paz. Era una casa preciosa, con patio, con habitaciones a cual la mas bonita. Ya nos esperaban con la cena, mmmm, riquísima… Ahí empezó una ventura de 5 días inolvidables hacia el desierto.

En el viaje, organizadísimo, incluía un 4×4 con nuestro chófer durante los 5 días, un chico encantador, y hablaba español. Y lo demás lo teneis que descubrir solos……… el desierto!

Muy agradecidos por todos los servicios prestados, aquí en Tarragona y en Marruecos. Mil Gracias!!!

Bea y Fer

Viatge personalitzat, ple d’experiències inoblidables i en ple mes d’agost. Tot un repte!. Marraqueix espectacular,  amb nit al Riad del Borj acompanyats d’elegància, autenticitat i d’un servei exquisit.

El viatge cap a l’Atlas ens transporta a un altre  món totalment diferent: paisatge de palmeres, kashbas i muntanyes. Entrem al desert. Hi passem una nit majestuosa, impressionats per la seva grandesa i silenci.

L’arribada a la costa Atlàntica ens ofereix el Marroc dels pescadors, dels surfistes, de l’oli d’Argan, dels mercats de colors i olors. Un viatge a la nostra mida.

Maria Güell

Cuando el estrés, las prisas, las dudas, los imprevistos, los horarios, los papeles, la multitud, las colas y el cansancio se apoderan de mi, cierro los ojos…y vuelvo a estar allí.

Camino entre las dunas del desierto, frente a un atardecer que tiñe de rojo el horizonte, mientras me envuelve un silencio delatador que permite escuchar los latidos de mi propio corazón. Hundo los pies en la arena, y siento paz.

Me pierdo de nuevo en los bazares, saboreo las fragancias, me deleito con los colores, las telas, los sonidos, las luces. Sonrío mientras escucho los solemnes cánticos de los minaretes, y me siento viva.

Contemplo a los comerciantes y los artistas, a las mujeres y el rubor de sus velos, a los niños sonrientes que revolotean a mi alrededor. Siento sus manitas cogiendo mis dedos, sus anhelantes ojos que me observan.

Me invade la dulzura del viento, el calor de las calles, la harmonía de una puesta de sol eterna. Y siento la esencia de un lugar que tiene magia, sin secretos.

Si no has estado, querrás ir, y si has ido, querrás volver.

Elena López.

La prisa mata, y los cinco sentidos dan la razón.

Los ojos dirán que ven paisajes inimaginables, contrastes de colores que nunca han podido ver antes, puestas de sol en las eternas dunas y el despertar de la luna en un cielo donde las estrellas pueden acariciarse; la nariz dirá que aprecia olor a especies, a te moruno recién hecho, a la tinta de las telas; la boca dirá que por ella han pasado sensaciones indescriptibles de una gastronomía rica en sabor; los oídos dirán que han escuchado músicas hipnóticas e incluso el grito de silencio del desierto, el mismo del que las manos dirán que al resbalarse su arena por sus dedos le ha trasmitido calor, el calor de su gente y el frio cálido de la noche a la vera de una hoguera; y todos ellos coinciden en que hay que vivirlo y sentirlo, sin prisa, con los cinco sentidos. Sin duda un destino mágico que atrapa y nunca olvida la mente.

No dejes que te lo cuenten.

MIRIAM ARQUES MURIA

Me llamo Paula y tengo 11 años. El verano pasado fuí de viaje a Marruecos y la verdad es que me lo pasé muy bién. Lo que más me gustó fué cuando fuimos con los quads de excursión por la playa de Sidi Kaouki. También me gustó mucho el hotel y la villa donde estuvimos. Y lo que hizo que el viaje fuera más divertido es que estuviera casi toda mi familia.

PAULA